Autora: Cristina Morató
Género: Ensayo
Editorial: Plaza & Janés
ISBN: 9788401388712
Nº de páginas: 560 págs.
Precio: 20.90 €
Tras los muros de los grandes y espléndidos palacios no siempre se han escondido historias de cuento de hadas. Para muchos miembros de la realeza europea, sus palacios fueron "jaulas de oro" y sus coronas un duro peso sobre sus reales cabezas. Las reinas han sido siembre un espejo en el que mirarse, o más bien soñar, en un mundo más bien irreal. Hermosas, vestidas con gran lujo, asistiendo a bailes de ensueño, fueron y son muchas veces un espejismo de su verdadera existencia.
Cristina Morató ha querido en sus Reinas malditas, quitar la máscara a algunas de las reinas más conocidas y legendarias de la historia de Europa. Unas mujeres cuya vida se transfiguró en novelas almibaradas o películas demasiado empalagosas para hacer creer al mundo que su existencia fue envidiable por el resto de mortales. Pero aquellas mujeres hermosas, poderosas, excepcionales, fueron por encima de todo mujeres mortales, que sentían, amaban, odiaban y deseaban igual que los demás. Mujeres que tuvieron que hacer frente al gobierno de un reino o hacer el papel de reina consorte y estar al servicio total y absoluto de la corona. Reinas que no siempre estuvieron a la altura de las circunstancias o que las circunstancias no les dejaron realizar su cometido. Reinas, al fin y al cabo, que no tuvieron precisamente una existencia de cuento de hadas.
Las reinas malditas que nos presenta Cristina Morató son seis:
La primera, la archiconocida Elizabeth de Baviera, conocida popularmente como Sissí. Una mujer que quiso ser libre en una Viena demasiado rígida para ella. El inicio de su historia de amor con el emperador Francisco José, su hermosura y su trágico destino, fuero más que suficientes para "inventar" una nueva Elizabeth, la que muchos conocen por las películas y que para nada se parece a la verdadera mujer que vivió los últimos años de su vida errando por el mundo escondida tras un velo negro.
María Antonieta, también ampliamente analizada, pasaría a la historia por ser la última reina del Antiguo Régimen en Francia y morir decapitada en la guillotina. Una niña hija de la emperatriz más poderosa de su tiempo, que no supo entender que los aires en el París que la acogió con recelo iban en una dirección muy distinta a sus anhelos de lujo y su comportamiento estrafalario.
Cristina de Suecia no pasó a la historia por su belleza sino más bien, todo lo contrario. Mujer de aspecto hombruno, su reinado fue un tiempo convulso para Suecia y también el tiempo que vivió alejada de su país cuando abdicó sintiéndose incapaz de llevar a cabo su papel.
Quien sí creyó en su papel fue la española emperatriz de los franceses, Eugenia de Montijo, quien tuvo una vida desdichada en el último imperio francés y terminó sus días en Inglaterra tras ver como sus sueños de grandeza se desmoronaban en el campo de batalla y tras los muros de su propio hogar.
Victoria de Inglaterra, en su largo reinado vivió momentos de gran felicidad junto a otros que la sumieron en terribles situaciones políticas y personales. Mujer amante de su marido y de su país, fue una de las reinas más longevas y que supo gobernar con mano firme a pesar de que su destino al nacer estuvo lejos del trono.
La lista la cierra la desdichada Alejandra Romanov, última zarina que fue asesinada junto a su marido y sus hijos por los bolcheviques en la revolución que terminaría con tres siglos de dominio autocrático de los zares. Una mujer desesperada por la enfermedad de su hijo, sometida a las locuras de Rasputín e incapaz de darse cuenta de la terrible situación en la que vivía su pueblo.
Una vez más, Cristina Morató nos deleita con sus compendios de mujeres que de un modo u otro han dejado su huella en la historia. Con una amplia documentación, con citas a textos de la época, cartas personales que acercan mucho más a aquellas mujeres, Reinas malditas es una lectura preciosa para todos los amantes de la historia y del papel que las mujeres jugaron en ella.